La joven soportó una buena regañina tras compartir una imagen del rostro oculto de la infanta Sofía

Sofía es una más en el internado de Gales. Tiene su grupo de amigos y comparte con ellos sus confidencias.

Al fin y al cabo, son su compañía durante las 24 horas del día en Reino Unido.

Cabe señalar que la infanta ni siquiera dispone de una habitación privada.

Comparte estancia como el resto de alumnos y parece llevarse a las mil maravillas con sus ‘roomies’.

La infanta es feliz lejos de Zarzuela.

Al igual que Leonor, ha encontrado allí la paz que necesitaba.

Aunque es consciente de la familia a la que pertenece, goza de una tranquilidad que en España sería impensable.

Allí no hay cámaras, reporteros ni curiosos al acecho.

La joven se siente libre y realiza las mismas actividades que el resto de sus amigos.

El pasado 29 de abril, cumplió 17 años rodeada de sus fieles compañeros de internado.

Todos saben que está prohibido filtrar cualquier tipo de fotografía que muestre el rostro de la infanta, pero una joven algo gamberra optó por jugársela.

Abrió Instagram, abrazó a su amiga Sofía y capturó el momento.

Leonor y Sofía

No enseñó la cara de Sofía, pero en la imagen puede verse un calcetín que pertenece a la hija de los Reyes.

Junto a la fotografía, escribió: “Es una pena que no pueda enseñar tu cara”.

Rápidamente, aquella imagen se hizo viral y despertó el cabreo en Zarzuela.

Felipe y Letizia hablaron con su hija y desde el colegio le cayó una buena regañina a su amiga.

Tal y como contaron en Semana, la joven se jugó la expulsión al publicar esa imagen.

Cabe pensar que finalmente no la echaron del centro porque no llegó a mostrar la cara de Sofía.

Esto demuestra que desde palacio hay normas estrictas que todo compañero de la infanta debe cumplir a rajatabla.